
¿Podemos darles la vuelta a las islas y ganar la carrera al cambio climático y la pérdida de biodiversidad? Sí, en equipo. Cada gesto cuenta para superar este reto. Demuéstralo sumando KM hasta el 25M para dar la Vuelta a Canarias y al Planeta. ¿Te unes?
La Hora del Planeta es un movimiento mundial con más de 17 años de historia en el que participan 190 países en el que un día al año se realiza un sencillo y simbólico gesto: apagar las luces de hogares, empresas, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora. 60 minutos de unidad por nuestro Planeta.
En 2023, además de mantener el simbólico gesto de apagar la luz el próximo 25 de marzo de 20.30 a 21.30h, WWF te propone un nuevo reto que ¡puedes empezar ya mismo! Participa en la iniciativa #VueltaAtuIsla #KMPorElPlaneta #VueltaAlPlaneta.
La oficina de WWF en Canarias te anima, desde ahora, a darle la vuelta a tu isla en bici, corriendo, caminando o nadando, de un tirón (si puedes) o por etapas. Suma tus Km en La Hora del Planeta. Nosotros ya empezaremos dándole la vuelta caminando a La Graciosa el mismo 25 de marzo.
Consumimos tantos recursos naturales como si tuviéramos a nuestra disposición casi dos planetas, lo estamos sobreexplotando. Esto está deteriorando gravemente la salud del planeta y, con ello, las propias perspectivas de futuro de la humanidad.
Con este reto se pretende visibilizar el que vivimos en un planeta que tiene sus límites y que los hemos sobrepasado, y qué mejor que las islas para entenderlo. Vivimos en islas en donde ya el grueso de nuestros alimentos, agua (el ejemplo más claro es La Graciosa), productos manufacturados, energía, y nuestra principal fuente de ingresos económicos, nos vienen de fuera. Quedándose aquí sólo los residuos generados, a la par que no paramos de consumir territorio y no somos capaces de superar las desigualdades socioeconómicas.
Se requieren «cambios transformadores» más ambiciosos, valientes y urgentes en la forma de vivir en nuestras islas (incluyendo los paradigmas, nuestras metas y valores) para reducir las causas subyacentes de la degradación de la naturaleza y por tanto para poder tener una oportunidad de revertirla. Es fundamental la reorganización de estas causas demográficas (capacidades de carga), socioculturales (patrones de producción y consumo), financieras, tecnológicas o relacionadas con unas instituciones y gobernanza deficientes, que incluya al conjunto de la sociedad, que empodere a cada persona para actuar y que garantice que los costes y beneficios de nuestras acciones sean justos para la sociedad y se compartan equitativamente.